Por la creación de una nueva necesidad de la población urbana se han creado las alarmas y las empresas de seguridad y, un país tan cosmopolita como España, no se libra de esta realidad.
Así como se va desarrollando la tecnología en sistemas de seguridad y de alarma, tristemente también se desarrolla paralelamente la tecnología en sistemas para robar, saquear y delinquir. Es en ésta incómoda realidad cuando las empresas de seguridad florecen y llegan a nuevos mercados.
Poco tiempo atrás, la seguridad sólo era accesible para grandes empresas o mansiones. Hoy en día cualquier español promedio puede acceder a un buen sistema de alarma para su casa o piso y todo por un precio moderado. Asimismo, está a su alcance un sistema de vigilancia para la propiedad u oficina gracias a la cantidad de empresas que generan la buena competencia que existe en el mercado.
A pesar de todos los adelantos tecnológicos, la dinámica de las alarmas sigue siendo la misma, que consiste en un dispositivo que suena cuando detecta ingresos no deseados dentro de un espacio.
La principal diferencia y adelanto de hoy en día es que las alarmas, por lo general, están conectadas con una central a distancia. Se conecta la alarma por medio de una clave que comúnmente es de 4 ó más cifras. Si hay movimientos inesperados dentro de la casa, la alarma suena tanto en la casa como en la central y con este aviso, la central inmediatamente llamará por teléfono al cliente para asegurarse que la alarma haya sonado por equivocación.
Generalmente, el encargado de la central pedirá un código de confirmación preestablecido por ambas partes. Si nadie contesta la llamada ni a otros números que habrás dejado por si acaso o si contesta alguien pero no puede dar el código, la central llamará inmediatamente a la policía y acudirá al lugar.
Para mayor confort, si se desea hay distintas claves para cada habitante del hogar. Asimismo, también existen detectores individuales de movimiento o apertura de puertas o ventanas.
Foto: Barsegur