Las alarmas contra incendios están diseñadas para alertar a las personas sobre la posibilidad de un incendio. Existen diferentes tipos:
- En el comercio existen las alarmas de humo: Son los tipos más comunes de detectores de incendios. Estas alarmas se encargan de detectar no tan sólo el fuego en sí, sino también la presencia de humo en el ambiente.
- Los fotoeléctricos: Este tipo de alarma de incendio "ve" el humo. Es particularmente sensible al incendio que arde o al tipo de incendio que produce gran cantidad de humo. Son ideales para lugares donde hay cosas como PVC o espuma de polietileno.
- La ionizació: Es otro tipo de alarma de incendios que detecta las partículas invisibles causadas por la combustión a diferencia de la alarma de incendio fotoeléctrica que ve el humo. Este tipo “siente" el humo y es la mejor manera de detectar incendios sin humo visible. No se debe poner este tipo de alarma en la cocina ya que falsas alarmas pueden ser accionadas.
- Los detectores ópticos de humo: Son más caros que las alarmas de ionización de humo. Sin embargo la ventaja que tienen éstos sobre las alarmas de ionización es que son menos propensos a enviar falsas alarmas. No reaccionan al vapor o al humo producidos en la cocina y son eficaces en la detección de partículas de humo producidas lentamente. Sin embargo, las alarmas ópticas son más lentas en la detección de incendios de expansión rápida.
- Las alarmas de humo combinadas: Son detectores de humo que utilizan la tecnología de la ionización así como la del humo óptico, por lo tanto, pueden detectar tanto un fuego rápido como uno lento.
Para evitar que estos aparatos den falsas alarmas, algunos modelos cuentan con un botón para "silenciar". Una vez se pulsa este botón, una pequeña luz roja encendida indica al usuario que está en el modo "silencioso". Sin embargo, una vez que hay humo espeso debido a incendios, salen de su modo silencioso y suena la alarma.
Foto: Videovisión Profesional